El lugar donde nacen los sueños
“Nada sucede a menos que primero sea un sueño” (Carl Sandburg)
En
un pequeño taller de la vecina y querida localidad sevillana,
referencia de la Semana Santa como la conocemos, se está forjando el
sueño de un grupo de jóvenes movidos por la devoción a Dios y a su
bendita madre, la Virgen María. Devoción que vendrá a reflejar la
advocación de María Santísima del Rocío en una ciudad en la que
hablar de Rocío no es hablar de cualquier cosa, es hablar de sueños,
promesas, camino y fe. Por tanto tenemos la difícil tarea de poner
el listón a la altura que las circunstancias necesitan.
Las
manos de un humilde imaginero serán las encargadas de dar forma a la
más bella flor de la Jara, barrio que recibirá con los brazos
abierto a la madre de un “Caiído” que vive huérfano esperando su
llegada. Este momento es el anhelo de ese grupo de hermanos que
trabajan sin descanso para que su llegada cumplan las expectativas
que sus vecinos tienen depositadas en ella.
El
camino a este momento ha comenzado, las mañosas manos de Darío
Fernández ya están dando forma a la imagen que provoca el desvelo de
unos jóvenes que impacientes y nerviosos esperan que sus sueños se
cumplan y poder venerar a sus titulares en nuestro querido barrio de
la Jara.