Cartel conmemorativo de la bendición de María Santísima del Rocío
Cartel conmemorativo de la bendición de Maria Santísima del Rocío. Obra de D. Rafael Laureano.
Explicación del autor
“Las dimensiones son 100 por 70 centímetros, el soporte es madera y como veis tiene la parte de arriba seccionada formando una especie de arco, recordando así a piezas como por ejemplo, el cuadro primitivo de la Virgen del Ara (Fuente del Arco, Badajoz), o a obras góticas como las de Van der Weyden y otros autores de similares características. Para así hacer una relación con las obras que presidían los retablos o los que sirven de telón para tapar los camarines mientras la imagen se viste o no está expuesta al culto por alguna razón. Esta obra nos anuncia y a la vez, nos tapa la Imagen hasta el próximo 7 de julio. La técnicas que sean utilizado son: acrílico, óleo, esmalte, collage con papel italiano, tintas, grafito, pan de oro y cristal.
Si pasamos a describir la obra y empezamos de detrás hacia delate, vemos en el fondo un cielo, dividido en los tonos que nos presenta el cielo de Sanlúcar de Barrameda, con sus únicos amaneceres y puestas de sol, ubicándola en el espacio físico, buscando que el espectador sepa a qué lugar pertenece. Si seguimos hacia arriba, vemos un plano blanco, como la pureza de María en el que está recortado la el nombre de la advocación de la imagen, ROCÍO, y solo a través de estas letras, se puede ver el cielo, recordando que es solo a través de la Virgen y su Hijo, como podremos alcanzar la vida eterna. También, en este plano blanco ligeramente iluminado con los tonos de alrededor, apreciamos una flor de la jara como O, por la vinculación del nombre del barrio con este arbusto y la tilde de la I, así como de la O de la palabra “bendición” son una llama, simboliza la energía transformadora de los actos del Espíritu Santo.
Subiendo una capa más en nuestro cartel, vemos el remate de la torre de Babel, en el antiguo testamento, Génesis 11:1-9 nos dice:
“Entonces solo se hablaba un idioma en la tierra, un día se dijeron unos a otros: «Construyamos una ciudad con una torre que llegue hasta el cielo». Pero el Señor bajó para observar la ciudad y la torre que los hombres estaban construyendo, y se dijo: «Todos forman un solo pueblo y hablan un solo idioma; esto es solo el comienzo de sus obras, y todo lo que se propongan lo podrán lograr. Será mejor que bajemos a confundir su idioma, para que ya no se entiendan entre ellos mismos».
Se cuenta que la torre tenía 7 plantas y la última, dedicada al templo, estaba revestida de ladrillos azules brillantes para que se confundiera con el cielo, es por lo que está representada así la parte alta de la Torre de Babel en el cartel. Encima vemos la paloma que representa el Espíritu Santo, que simbolizando la valentía, libertad y unión universal en la fe, recogido en el nuevo Testamento:
“Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en el mismo lugar. De pronto, vino del cielo un ruido, semejante a una fuerte ráfaga de viento, que resonó en toda la casa donde se encontraban. Entonces vieron aparecer unas lenguas como de fuego, que descendieron por separado sobre cada uno de ellos. Todos quedaron llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en distintas lenguas, según el Espíritu les permitía expresarse”.
El castigo que había mandado Dios se ve recompensado por este hecho, y la vinculación del nombre de Rocío con el quincuagésimo día del tiempo Pascual (Pentecostés) es tan fuerte, que hace inevitable que aparezca la relación con ello. Así mismo vemos unos rayos de pan de oro y resplandores salir de un mismo centro, también gotas de Rocío realizadas con cristal. Porque la idea del cartel, no es que vayamos a bendecir nosotros una nueva imagen de María, sino que la Virgen no va a bendecir con su presencia una vez más, con una nueva imagen suya, y lo hace esparciendo sus gotas de rocío sobre el pueblo.
Subiendo una capa más, vemos a dos ángeles cegados por el resplandor sujetando la corona que está haciendo la Agrupación, y de la que yo desvelo su silueta. La Virgen se encuentra detrás de una enorme arbusto de la Jara que la tapa, buscando un guiño con la aparición de la patrona de Almonte recogidos en sus reglas:
“Un hombre que había salido a cazar o con el ganado en la Rocina, penetró entre la maleza y, en medio de las espinas, halló la imagen de aquel sagrado lirio intacto de las espinas del pecado, vio entre las zarzas el simulacro de aquella Zarza Mística ilesa en medio de los ardores del original delito; miró una Imagen de la Reina de los Ángeles de estatura natural, colocada sobre el tronco de un árbol. Era de talla y su belleza peregrina. Vestíase de una túnica de lino entre blanco y verde, y era su portentosa hermosura atractivo aún para la imaginación más libertina”
La referencia me parecía inevitable, por la zona y advocación. La jara o Cistus ladanifer, jara pringosa. Es un arbusto de hasta 2,5 m de altura que se ha usado con fines medicinales, y la flor más bella que va a dar, la Madre de Cristo, estará para escucharnos y ayudarnos, intercediendo por nosotros, siendo medicina para el alma de los sanluqueños y muy especialmente de su barrio. Destellos verdes de esperanza son los que se escapan a través de sus hojas y delante unos feligreses devotos esperando y anunciando su llegada.
La idea de poner a estas personas, en principio fue en la visita al Palacio Ducal de Medina Sidonia con la Agrupación, al final del recorrido, vi bajando unas escaleras el cuadro clásico de Pentecostés, y se me terminó de configurar la idea, en mi última exposición L´Essenziale, en la ciudad italiana de Venecia durante la 74. Mostra Internazionale d’Arte Cinematografica.
Durante esa estancia para la inauguración, visité el palacio Ca' Rezzonico, junto al gran canal, y allí, viendo unos frescos, de me vino la idea del cartel. Estas personas están basadas en esas pinturas y simbolizan la expectación que está causando la venida de María Santísima del Rocío. Muchos de estos personajes están rezando el rosario, como se suele hacer antes de lo más importante que tenemos los cristianos, la Eucaristía.”
“Las dimensiones son 100 por 70 centímetros, el soporte es madera y como veis tiene la parte de arriba seccionada formando una especie de arco, recordando así a piezas como por ejemplo, el cuadro primitivo de la Virgen del Ara (Fuente del Arco, Badajoz), o a obras góticas como las de Van der Weyden y otros autores de similares características. Para así hacer una relación con las obras que presidían los retablos o los que sirven de telón para tapar los camarines mientras la imagen se viste o no está expuesta al culto por alguna razón. Esta obra nos anuncia y a la vez, nos tapa la Imagen hasta el próximo 7 de julio. La técnicas que sean utilizado son: acrílico, óleo, esmalte, collage con papel italiano, tintas, grafito, pan de oro y cristal.
Si pasamos a describir la obra y empezamos de detrás hacia delate, vemos en el fondo un cielo, dividido en los tonos que nos presenta el cielo de Sanlúcar de Barrameda, con sus únicos amaneceres y puestas de sol, ubicándola en el espacio físico, buscando que el espectador sepa a qué lugar pertenece. Si seguimos hacia arriba, vemos un plano blanco, como la pureza de María en el que está recortado la el nombre de la advocación de la imagen, ROCÍO, y solo a través de estas letras, se puede ver el cielo, recordando que es solo a través de la Virgen y su Hijo, como podremos alcanzar la vida eterna. También, en este plano blanco ligeramente iluminado con los tonos de alrededor, apreciamos una flor de la jara como O, por la vinculación del nombre del barrio con este arbusto y la tilde de la I, así como de la O de la palabra “bendición” son una llama, simboliza la energía transformadora de los actos del Espíritu Santo.
Subiendo una capa más en nuestro cartel, vemos el remate de la torre de Babel, en el antiguo testamento, Génesis 11:1-9 nos dice:
“Entonces solo se hablaba un idioma en la tierra, un día se dijeron unos a otros: «Construyamos una ciudad con una torre que llegue hasta el cielo». Pero el Señor bajó para observar la ciudad y la torre que los hombres estaban construyendo, y se dijo: «Todos forman un solo pueblo y hablan un solo idioma; esto es solo el comienzo de sus obras, y todo lo que se propongan lo podrán lograr. Será mejor que bajemos a confundir su idioma, para que ya no se entiendan entre ellos mismos».
Se cuenta que la torre tenía 7 plantas y la última, dedicada al templo, estaba revestida de ladrillos azules brillantes para que se confundiera con el cielo, es por lo que está representada así la parte alta de la Torre de Babel en el cartel. Encima vemos la paloma que representa el Espíritu Santo, que simbolizando la valentía, libertad y unión universal en la fe, recogido en el nuevo Testamento:
“Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en el mismo lugar. De pronto, vino del cielo un ruido, semejante a una fuerte ráfaga de viento, que resonó en toda la casa donde se encontraban. Entonces vieron aparecer unas lenguas como de fuego, que descendieron por separado sobre cada uno de ellos. Todos quedaron llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en distintas lenguas, según el Espíritu les permitía expresarse”.
El castigo que había mandado Dios se ve recompensado por este hecho, y la vinculación del nombre de Rocío con el quincuagésimo día del tiempo Pascual (Pentecostés) es tan fuerte, que hace inevitable que aparezca la relación con ello. Así mismo vemos unos rayos de pan de oro y resplandores salir de un mismo centro, también gotas de Rocío realizadas con cristal. Porque la idea del cartel, no es que vayamos a bendecir nosotros una nueva imagen de María, sino que la Virgen no va a bendecir con su presencia una vez más, con una nueva imagen suya, y lo hace esparciendo sus gotas de rocío sobre el pueblo.
Subiendo una capa más, vemos a dos ángeles cegados por el resplandor sujetando la corona que está haciendo la Agrupación, y de la que yo desvelo su silueta. La Virgen se encuentra detrás de una enorme arbusto de la Jara que la tapa, buscando un guiño con la aparición de la patrona de Almonte recogidos en sus reglas:
“Un hombre que había salido a cazar o con el ganado en la Rocina, penetró entre la maleza y, en medio de las espinas, halló la imagen de aquel sagrado lirio intacto de las espinas del pecado, vio entre las zarzas el simulacro de aquella Zarza Mística ilesa en medio de los ardores del original delito; miró una Imagen de la Reina de los Ángeles de estatura natural, colocada sobre el tronco de un árbol. Era de talla y su belleza peregrina. Vestíase de una túnica de lino entre blanco y verde, y era su portentosa hermosura atractivo aún para la imaginación más libertina”
La referencia me parecía inevitable, por la zona y advocación. La jara o Cistus ladanifer, jara pringosa. Es un arbusto de hasta 2,5 m de altura que se ha usado con fines medicinales, y la flor más bella que va a dar, la Madre de Cristo, estará para escucharnos y ayudarnos, intercediendo por nosotros, siendo medicina para el alma de los sanluqueños y muy especialmente de su barrio. Destellos verdes de esperanza son los que se escapan a través de sus hojas y delante unos feligreses devotos esperando y anunciando su llegada.
La idea de poner a estas personas, en principio fue en la visita al Palacio Ducal de Medina Sidonia con la Agrupación, al final del recorrido, vi bajando unas escaleras el cuadro clásico de Pentecostés, y se me terminó de configurar la idea, en mi última exposición L´Essenziale, en la ciudad italiana de Venecia durante la 74. Mostra Internazionale d’Arte Cinematografica.
Durante esa estancia para la inauguración, visité el palacio Ca' Rezzonico, junto al gran canal, y allí, viendo unos frescos, de me vino la idea del cartel. Estas personas están basadas en esas pinturas y simbolizan la expectación que está causando la venida de María Santísima del Rocío. Muchos de estos personajes están rezando el rosario, como se suele hacer antes de lo más importante que tenemos los cristianos, la Eucaristía.”