Hábito Nazareno de la Cofradía
Tras la decisión tomada por la Hermandad en el Cabildo General Extraordinario celebrado el pasado 16 de mayo, y una vez recibida la aprobación por parte de la Delegación Diocesana de Liturgia, Patrimonio y Arte Sacro, en el día de hoy presentamos públicamente el hábito penitencial de los nazarenos y de los monaguillos que, por primera vez, revestirán los hermanos de la Tercera Caída para realizar Estación de Penitencia a la Parroquia Mayor de Nuestra Señora de la O.
El hábito nazareno estará compuesto por una túnica de sarga color crema, en cuyo frontal destaca una hilera de quince botones de terciopelo burdeos que simbolizan las quince estaciones del Vía+Crucis, recordándonos que el nazareno es aquel que camina, penitente y orante, tras los pasos del Señor en su Pasión. En cada bocamanga, tres botones del mismo tipo evocan las Tres Caídas de Cristo en su camino hacia el Monte Calvario, centro devocional de nuestra Hermandad y signo directo de nuestra advocación. A ello se suma la capa de sarga en el mismo tono crema, fajín y antifaz en terciopelo burdeos. En el centro del antifaz y a la altura del pecho, escudo bordado del Espíritu Santo sosteniendo una Cruz inclinada, detalle presente en las medallas primitivas de la corporación que ahora se incorpora al hábito penitencial, para que los orígenes de la Hermandad permanezcan siempre en la memoria. El conjunto se completa con camisa blanca, calcetines blancos y zapatos de vestir negros que terminan de aportar sobriedad y seriedad.
La indumentaria de los Monaguillos recoge la misma esencia con sus propios matices. La túnica, también en color crema, presenta en el frontal una hilera de nueve botones en terciopelo burdeos, símbolo de la novena estación del Vía+Crucis: Jesús cae por tercera vez. En cada bocamanga vuelven a aparecer tres botones, mientras que en la cintura se ciñe un fajín del mismo color. La esclavina, en terciopelo burdeos, porta en su lado izquierdo el escudo anteriormente descrito, manteniendo así la identidad incluso en los más pequeños del cortejo.El conjunto se enriquece con el significado de los colores. El rojo burdeos, presente en el antifaz, fajín y detalles ornamentales, nos habla del martirio, de la caridad y de la redención, siendo además el color litúrgico del Viernes Santo y de Pentecostés, fechas claves en la espiritualidad de la Hermandad. El blanco, en su tonalidad crema, representa la luz de Cristo, la pureza de la Virgen, la gloria de la Santísima Trinidad y la victoria de la vida sobre la muerte.
Cada detalle de estos hábitos han sido pensados para dotar de espiritualidad y simbolismo nuestra Estación de Penitencia. No se trata simplemente de revestir una túnica, sino de revestirse de fe, penitencia y esperanza, conscientes de que cada hermano que porte el hábito penitencial será parte de la historia viva de la Hermandad de la Tercera Caída.